Deseos de un año nuevo.

Si no lo escribo reviento. Buscando papeles por el escritorio, buscando el lugar donde vomitar mis ánimas y mis ánimos. Ha tocado esta herramienta.


Quiero hacer la mítica carta que hace todo dios, en un absurdo margen imaginario, que marca el fin de un año y el principio de otro... el cambio de cara, el lavado de alma. Y ya son unos cuantos fines de año jurando cambiar el mundo. No ser el demonio que solemos ser...
Y es que son tantos los errores que visten a esta persona que uno vive en la inseguridad de lo seguro. Y es que habrá mas errores por cometer.
Pero me gusta mirar al horizonte, a lo inseguro... Y soñar constantemente con mis sueños. Un chupito de energía gravitatoria para seguir hacia el horizonte. Y es que para el que me conozca... Sabrá sobradamente que vivo en el pasado, soñando con el presente y desnudándome para el futuro.


Puto pasado... Y permitidme la grosería. Pero es tan dulce el jodido bucle del recuerdo. Que cada año juramos decir adiós, romper el espejo y poner una ventana... Y que dulce es ese momento.
Por otro lado, esta la esperanza de lo nuevo, el día uno de un sin fin de posibilidades. De amar instantes aun por descubrir, coquetear con la posibilidad y besar un rostro desconocido. Alivios entre risas y logros que ni puta idea tienes que van a ocurrir.
Pero bueno... dejémonos de topicazos y como alguien me dijo una vez... Rompamos los cordones umbilicales , aprendamos a decir: Perdón, gracias, te amo. Y a viajar... viajemos por este 2012 aun por escribir. ¿Quien se viene?